Cuando un hombre inocente fallece a causa de una intoxicación química después de haber entrado en una casa, Horatio y Speedle descubren que el inmueble es uno de los muchos laboratorios móviles de drogas utilizados por un una red ilegal. Los primeros indicios indican que las drogas que allí se fabrican pueden ser mortales, por lo que los investigadores deben encontrar nuevas pruebas que inculpen a los responsables antes de que muera otra persona. Por otro lado, Calleigh y Delko investigan el brutal asesinato de una anciana en un centro de mayores.