Un Ferrari rojo que era perseguido por la policía por saltarse un semáforo en rojo explota cuando el conductor, Tom Norris, ya había conseguido darle esquinazo a las fuerzas del orden. Norris era el gerente de una empresa local de tecnología bio que trabaja en una vacuna secreta contra la ricina, una de las toxinas más potentes conocidas. El equipo del NCIS de Los Ángeles debe averiguar si el proyecto de la vacuna corre peligro y si puede caer en malas manos.